martes, 6 de marzo de 2012

¿Inteligente o emocionalmente inteligente?

“Ni una gran imaginación, ni una elevada inteligencia hacen al genio. Amor, amor y amor, he ahí el genio.” Anónimo.


Yo no creo en esa idea de poner a la inteligencia y al talento en la misma categoría. Por algo es que existen esas dos palabras. La inteligencia se alimenta con el conocimiento, mientras que el talento con la perseverancia.

Al menos hay alguien que diferenció tantas formas de inteligencia. Y sin dudas, es bastante cierto. Hay gente muy lista en memorizar algo, pero torpe en arreglar una persiana, pero la inteligencia emocional, (sin menospreciar el resto de las inteligencias) es algo fundamental. Poder enseñar habilidades emocionales desde pequeño sería una gran idea. Valores como la ética, la amistad pura, la nobleza, la humildad, las acciones caritativas, etc. harían de los seres humanos seres “infinitamente inteligentes”.


Identificar tus emociones, conocerlas, controlarlas ayudaría mucho a una mejor comunicación y relación entre las personas. Pero todo esto no se consigue leyendo un libro. Entender, comprender, apoyar, ayudar, animar, etc. serían signos que nos situarían en un lugar bien destacado. Incluso por encima de la inteligencia.

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