La mente
humana.
¿Cómo la definiríamos? Poderosa y
audaz, perspicaz y ansiosa, inconforme pero asertiva, absorbente y flexible
aunque de veces tan traicionera y supersticiosa, tan rígida y cambiante, tan
fría y cerrada. Ayuda en gran medida, pero muchas veces no dice nada. Los
humanos buscamos respuestas para el universo, para la vida, para la
satisfacción propia…ella sin embargo en ocasiones nos ignora y nos bloquea.
Coopera cuando la incitamos pero se debilita una vez que paramos.
La mente
sigue y seguirá siendo un misterio irrevelado, todas las maravillas que en ella
habitan suman una galaxia pero contadas las personas que se han atrevido a
explorarlas. Científicos cuestionan el conocimiento tal como un hijo cuestiona
al padre sobre cuando le comprará un juguete nuevo. Somos seres sedientos, con
anhelo de conocimiento no nos conformamos con un simple "existe" o
"no existe".Los humanos somos seres irracionales, necios e impredecibles pero también somos sensibles porque sabemos querer, aceptar y perdonar. El cerebro no existe por sí mismo, las emociones lo rodean y las percepciones personales lo conectan. Sólo en este cachito ya estamos hablando de Ciencia, en concreto, de Neurociencia.
Howard Gardner, un hombre emprendedor decidió tomar cartas en el asunto; rechazó las teorias convencionales y revolucionó los estudios sobre la capacidad intelectual de cada individuo. En su búsqueda por el conocimiento se topó con una sorpresa: desenmascaró 8 rostros escondidos debajo de cada capa del cerebro que nadie antes había siquiera imaginado. Formuló una ley donde plasma la existencia de 8 herramientas únicas, crecientes y formidables.
Todos las poseemos, pocos las conocemos y mínimos las aprovechamos. Es necesario recavar nuestro potencial y literalmente alimetar y poner a hacer ejercicio a nuestro cerebro...