miércoles, 22 de febrero de 2012

La ignorancia no es un mal invencible, ya existe una cura.




El hombre se viene interrogando desde las antiguas épocas la posibilidad de existencia de algún tipo de conocimiento. Aunque se han descubierto muchas cosas relacionadas con el intelecto humano y los maravillosos misterios de la mente, no hay una respuesta concreta a todas las cuestiones que siguen surgiendo...

La ignorancia no es un mal prominente, por fortuna, tiene medicina mientras que la estupidez es castigo eterno.
Howard Gardner cambió este paradigma al elaborar numerosos estudios y optar por llamar“experiencias” a las equivocaciones de otros. Se basó en la defensa que cada individuo es su propio juez, ninguna opinión de una persona es más correcta que la de la otra. Con respecto a la ‘estupidez eterna’, Howard formuló una teoría y desarrolló una cura para cualquiera que la poseyera indicando que la idiotez es sólo es una deficiencia temporal que puede ser corregida con el entrenamiento de las habilidades y capacidades con las que fuimos dotados desde el nacimiento. No importa de quién se trate, todo mundo es capaz de desarrollar el mismo nivel intelectual que otro o incluso superarlo. La explotación del potencial individual dependerá de los ingredientes que cada uno compre o la utilización de los que tenga a su alcance.

Vivimos en un mundo de formas e ideas sobre las que es posible adquirir un conocimiento exacto y relevante. En la vida, o todo pasa o todo queda, y lo nuestro es sólo pasar.

Con su teoría replanteó la perspectiva de la inteligencia como tal.



Sólo el razonamiento vago se podría declarar como una mente pura, libre y verdadera, mientras que la inteligencia es sólo un medio; como una llave que permite la apertura del cerrojo.




Con el pasar de los años, se han llevado a cabo numerosas pruebas, estudios y experimentos relacionados al coeficiente intelectual de cada persona y, a pesar que se han desenmascarado muchos bandidos responsables de funciones cognitivas específicas, una afirmación se sostiene: el conocimiento no se apoya en verdades históricos sino más bien en teorías, estudios, suposiciones, costumbres y creencias sobre el mundo. El cerebro, por su misma naturaleza sabia, conecta pensamientos y genera ideas. Cuando se excavan cual fosa y se dominan cual conquistador al imperio estos dos aspectos, entonces se podrá entender la complejidad que el universo pone ante nuestros ojos. Bien se dice que el que busca una verdad corre el riesgo de encontrarla.



Lo que más recientemente se ha destapado en el campo de la neurociencia es la conexión que existe entre la mente y los sentimientos. Funciona como una cuerda, una alianza entre nuestras percepciones personales + el conocimiento que ya

Todo hombre es como la Luna, aunque el Sol le irradia una parte de su luz y la refleja, posee una cara oscura que a nadie enseña.
 poseemos. Es de ahí que surge la tendencia del hombre a ser tan cambiante, irracional e impredecible.


Finalmente, puedo concluir en que la razón es una capacidad que abarca dos aspectos primordiales: el conocimiento de la realidad y de nosotros mismos a la vez que el control de nuestros pensamientos y reacciones.

Sin embargo, sólo en el momento que juega con la sensibilidad y se pone en armonía con ella, podemos ofrecernos a nosotros y al mundo entero conocimientos plenos y verdaderos.



Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras. -William Shakespeare-

1 comentario:

  1. La idea de que todos poseemos el mismo intelecto, solo necesitamos desarrollar nuestro potencial individual es muy interesante. Creo que la sociedad califica a las personas como listas y tontas según lo que a su punto de vista es más inteligente,esta idea debe de cambiar y así podremos trabajar todos en conjunto considerando el potencial de cada uno. De esta manera podremos lograr grandes cosas.

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